En el día de hoy desde la Comisión de Igualdad del ICPM nos unimos a la lucha de tantas mujeres, para recordar y sensibilizar sobre la importancia de la detección precoz, a fin de mejorar el pronóstico y la supervivencia de los casos de cáncer de mama.
Con tal motivo, queremos compartir la carta de la compañera, Maria del Mar de Villa Molina, Procuradora de los Tribunales.
- MUJERES? CUIDADORAS DE LA VIDA? CUÍDATE
Todo empezó un 11 de marzo de 2010. Era miembro de Junta Directiva de la Real Federación Española de Automovilismo y me llamó el Presidente para decirme que me habían elegido para ser la representante española en la Comisión Mujer y Deporte que se iba a formar en la Federación Internacional y el lote incluía la plaza de Internacional en el Comité Olímpico Español. Mi vida era un rallye. No paraba.
Afortunadamente, saliendo el domingo siguiente del despacho, después de preparar mi primera reunión en la FIA, me atropelló la policía cuando iba en la moto y acabé en la Paz. Me rompí la clavícula pero eso no era el problema? no me daban el alta? me habían detectado un tumor, pero por supuesto no cancelé la primera reunión en Ginebra y eso del tumor podía esperar, aparentemente estaba asintomático.
Los tres niños, el despacho, las reuniones, los viajes, los días iban pasando y tenía tiempo para todos menos para mí. Y fue mi madre, como buena cuidadora de la vida, la que empezó a perseguirme para que fuera al médico. No tenía buena cara. ¡Eres una irresponsable! - me decía- y empezaron las llamadas de mis hermanos? yo no estoy enferma.
Mi vida seguía y si bien me iba haciendo las revisiones, nunca me tomé nada en serio, los Procuradores somos fuertes, más fuertes que nadie, eternos, pero en el Congreso de Valladolid empecé a encontrarme mal y me salvó la vida la llamada de un compañero, no me veía en la cena? terminé como pude y al volver a Madrid, fui al médico pero ya era tarde. Estábamos en día de vencimiento, pero me faltaba el día de gracia, tenía que intentarlo, darlo todo.
No entraré en detalles, pero han sido 5 años interminables, aunque con final feliz.
Dejé mis cargos directivos y me centré en la Procura y en mis hijos, me apoyé en mis compañeros y empezaron las operaciones, cinco, el tratamiento durísimo y lo peor de todo, el remordimiento por no haber escuchado, por no saber decir que no y por no poder recuperar el tiempo perdido, con mis hijos, con mi familia, con mis amigos, CONMIGO.
Cuando estaba al final del tratamiento, todavía me esperaba una sorpresa, el compañero que me ha acompañado y ayudado desde el principio de la profesión y especialmente durante mi enfermedad y al que recuerdo con todo el cariño, en agosto de 2014 se fue de vacaciones y nunca volvió. Tuve que parar el tratamiento y las revisiones para hacerme cargo de su despacho hasta que apareciera? nunca.
A la espera de recibir el alta definitiva, aprovecho para tener muchos ratos de silencio, conmigo; para dar las gracias por haberme dado la oportunidad de seguir viviendo y vivir de otra manera, disfrutando cada segundo del día, TODOS LOS DÍAS, valorando lo que realmente es importante y qué hace mi vida importante; apuntando los plazos de los demás pero también los míos.
NO TE OLVIDES, TODOS LOS AÑOS AL MENOS UNA REVISIÓN, Y SI TIENES ALGÚN SÍNTOMA EXTRAÑO, ANTES Y CUANTO ANTES.