Se trata de un cambio en la Ley que regula el funcionamiento del CGPJ, en el sentido de que si trascurren seis meses desde que se cumplan los cinco años de su mandato y no ha sido renovado, los veinte vocales cesarán en sus cargos y en su lugar funcionará una Comisión Permanente, que sólo podrá encargarse de los asuntos de mero trámite.
Se trata de una medida que, a criterio de sus defensores, forzará la renovación del CGPJ en un tiempo razonable, dado que algunas de sus competencias , como es el caso de los nombramientos o los informes sobre leyes deben mantener un ritmo normal para el correcto funcionamiento de las instituciones jurisdiccionales y la tramitación legislativa.