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Noticia

12/07/2016
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Fuente: Gabinete de Comunicación del Ministerio de Justicia
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, inauguró ayer en Santander la segunda edición del curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) "Una Justicia de futuro", en el que ha propuesto un gran acuerdo nacional basado en un pacto político con consenso social, institucional y profesional, para lanzar el proceso transformador de la Justicia que está pendiente desde la Transición.

Se trataría, según ha explicado el ministro, de avanzar hacia un concepto de futuro como es el de la Justicia abierta, incluido ya en la ?Carta de los Derechos de los Ciudadanos ante la Justicia de 2002?. El ministro ha especificado que este proceso ha de sustentarse en cuatro acuerdos principales. El primero de ellos es un consenso para la REGENERACIÓN, LA TRANSPARENCIA Y LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN: la independencia y la ejemplaridad serían los dos pivotes sobre los que se sustenta la filosofía de esta propuesta.

Un segundo consenso básico de esta reforma comportaría necesariamente la AGILIDAD Y CALIDAD DE LA JUSTICIA: Catalá ha detallado que para alcanzar estos objetivos es preciso dotar de mayor eficiencia y especialización a nuestra planta judicial, revisar en profundidad el sistema procesal español e impulsar mecanismos de resolución extrajudicial de conflictos como la mediación y el arbitraje.

En tercer lugar, el ministro ha valorado el impulso de una Justicia para las personas y orientado a perfeccionar nuestro modelo de PROTECCIÓN A LOS COLECTIVOS MÁS VULNERABLES, desde las víctimas de violencia de género a los menores, además de aprobar una Ley Orgánica de Derecho a la Defensa que nos convertiría en referente mundial en la protección de los derechos de los ciudadanos ante la Justicia.

Y el cuarto consenso buscaría la TRANSFORMACIÓN TECNOLÓGICA DE LA JUSTICIA, de cuyo impulso definitivo depende su futuro. Las reformas emprendidas en este ámbito durante los últimos cinco años han permitido ponernos al día con uno de los grandes desafíos transformadores de nuestro modelo de Justicia.

Así, como ejemplo de estos avances ha destacado que en el territorio gestionado por el Ministerio de Justicia dos de cada tres juzgados ya trabajan íntegramente de forma electrónica, lo que permite que un 70% del total de los escritos se presenten electrónicamente y el tiempo de tramitación de documentos se haya reducido de 60 a 19 días.

Catalá ha concluido su intervención asegurando que la reforma de la Justicia es urgente e inaplazable, exige la cooperación y el diálogo de todos para encontrar soluciones inteligentes y compartidas y este es el momento propicio para impulsar el cambio.