Ayer 26 de junio, y como viene siendo tradicional, se celebró la fiesta institucional de los Procuradores que contó con una misa en la iglesia de Santa Bárbara y un coktail-cena, actos a los que asistieron, entre otras autoridades, el Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Francisco José Hernando de Santiago, el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, la Subsecretaria de Estado de Justicia, Susana Peri, el Presidente del TSJM, Javier Mª Casas y el Presidente del Consejo General de la Abogacía, Carlos Carnicer, así como una nutrida representación de todos los estamentos jurídicos, judiciales, académicos y políticos.
Los procuradores estuvieron representados por un grupo importante de colegiados, entre los que merece destacar aquellos que fueron distinguidos este año con el diploma y la medalla acreditativa de 25 y 50 años de ejercicio profesional y numerosos Decanos de diferentes Colegios de Procuradores de toda la geografía nacional.
En el trascurso del acto, Luis Martí Mingarro, exDecano del Colegio de Abogados de Madrid y Presidente de la Unión Interprofesional, recogió, de manos del Decano, Antonio Alvarez-Buylla, "la Balanza de Oro 2007", premio que le entregó el Colegio de Procuradores de Madrid, por su extraordinaria contribución al Estado de Derecho y a la defensa de las profesiones jurídicas liberales.
Por otra parte y a título póstumo, Ascensión García Ortiz, Procuradora asesinada por ETA en Sevilla, junto a su marido Alberto Jiménez Becerril, hace justamente ahora diez años, recibieron el premio a la "Convivencia y la Tolerancia" que otorga el Consejo General de Procuradores y que fue recogido por su hermano Rafael García Ortiz.
En la ronda de discursos, el Presidente del Consejo, Juan Carlos Estévez Fernández-Novoa, y el Decano del Colegio, Antonio Álvarez-Buylla Ballesteros, agradecieron la presencia de tantas y tan distinguidas autoridades a la Fiesta Institucional de la Procura, al tiempo que resaltaron las excelentes cualidades profesionales y de servicio de los homenajeados, que les hacía dignos y justos merecedores de la Balanza de Oro y del premio a la Convivencia y a la Tolerancia. Por su parte, en la ronda de respuesta, tanto Martí Mingarro, como el hermano de Ascensión, agradecieron la distinción de que habían sido objeto, al tiempo que coincidieron en resaltar la trascendental labor de los procuradores en la buena marcha de la Administración de Justicia.