Rafael Catalá mantiene su cargo al frente del Ministerio de Justicia y la mayor parte de la comunidad jurídica ha manifestado su satisfacción por su continuidad al frente de Justicia. El pasado día 7 de noviembre tuvo lugar el acto de nombramiento como Ministro en el Palacio de Parcent de la calle San Bernardo con éxito de asistencia de políticos y profesionales, y en el que Catalá manifestó su intención de seguir profundizando en las medidas acometidas bajo su mandato y afirmó ?que la gran reforma estructural que queda pendiente en nuestra democracia es la de la Justicia? y que ahora ?está en la primera línea de la agenda política?.
Así en su discurso abordó los retos a los que debe enfrentarse la Justicia y las medidas que tiene previsto adoptar al respecto:
- Necesidad de agilizar la Justicia: en el ámbito penal se hace necesario impulsar un nuevo Código Procesal Penal que, entre otras cosas, defina el papel del fiscal en la instrucción y el del juez de garantías, con el que se agilicen los procedimientos y se mejore la lucha contra la corrupción. Y en el ámbito procesal civil, pese a las profundas reformas introducidas en 2015, se planteará una reforma para regular las acciones colectivas, revisar los procedimientos para evitar las suspensiones que alargan los procesos y revisar también las fases de ejecución. También se pueden adoptar medidas como la simplificación de trámites y la utilización intensiva de la mediación y el arbitraje.
- Una Justicia con más medios: Aunque reconoció que hacen falta más medios para la Justicia, también apuntó a realizar una mejor organización. Por ejemplo a través de una mejora de las cargas de trabajo, creando Juzgados especializados e introduciendo refuerzos puntuales allí donde se necesiten. Todo ello podría traducirse en retomar el proyecto de reforma de la planta judicial.
- Una Justicia más fuerte e independiente: Catalá señaló a este respecto que si bien la independencia de los jueces españoles es innegable, esa no es la percepción social, por lo que hay que trabajar por mejorar la realidad y esa percepción. Para ello anticipó medidas como la mejora de los mecanismos de elección de los miembros del CGPJ, así como de designación de los jueces responsables de los órganos judiciales más relevantes.
- Una Justicia basada en los profesionales: Catalá apuntó como gran objetivo a este respecto el de dignificar el trabajo de los profesionales de la Justicia, escuchando, dialogando y construyendo con todos. Como objetivos más concretos se refirió a la necesidad de un nuevo Estatuto para el Ministerio Fiscal, la mejora de la situación de los Letrados de la Administración de Justicia, el fortalecimiento de la fe pública registral y una Ley Orgánica que regule el ejercicio del derecho de defensa. Además ofreció sus disculpas en cuanto al Turno de Oficio, por los retrasos en la retribución de los servicios en aquellos territorios de su competencia.
- Una Justicia para los ciudadanos: Sobre este punto puso particular énfasis en la revisión de la actual Ley de Tasas, para evitar que los ciudadanos encontrasen en la misma un obstáculo para el acceso a la Justicia.
- La modernización de la Justicia: Finalmente Catalá se refirió a este como el gran objetivo genérico que debe regir toda la legislatura, el de modernizar la Justicia para que sea uno de los ejes de la estabilidad y el crecimiento, continuando por la senda del proceso de digitalización que se impuso con LexNET y la obligación de realizar todas las comunicaciones con la Administración de Justicia de manera telemática.