El título de la jornada era "El comportamiento en las actuaciones judiciales" que es además el título del libro que recientemente ha publicado la ponente.
Hemos asistido a una jornada de carácter eminentemente práctico, en la que la Magistrada, con su magistral forma de tratar el tema y de acercarse a nuestra profesión, nos ha sentado las bases que deben regir nuestro comportamiento cuando actuamos en calidad de Procurador de los Tribunales; nos ha aconsejado que tomemos conciencia del comportamiento que hemos de adoptar por nuestra pertenencia a un colectivo; cuando actuamos en el ejercicio de la profesión perdemos nuestra condición de particular, para adoptar nuestra condición de profesional perteneciente a una profesión a la que hemos de dignificar y para ello debemos tener una preparación continua, adoptar un papel activo en el procedimiento, auxiliar a Abogados y Tribunales por ser conocedores del Derecho, deshacer errores cuando los observemos, respetar e imponer respeto, bien con la vestimenta, bien con el uso de la toga que es imperativo de la LOPJ y que no es sino una forma de guardar las consideraciones debidas con las partes, el Tribunal y los compañeros. Es la toga un privilegio que nos debe llenar de orgullo.
Dada su calidad de Magistrado en activo, y su práctica anterior como Letrado, conoce de cerca nuestra profesión y ha incidido en temas especialmente interesantes para nosotros, entre otros la necesidad de avisar al compañero cuando nos dejan una notificación que recibimos por error, tema que nos subraya podía ser perseguido disciplinariamente; la necesidad de que nos sintamos servidores de la Justicia, de nuestros poderdantes tal y como establece el Código de Postulantes Europeo y ofrezcamos toda nuestra atención a cada encargo que obre en nuestra manos para cumplir el mandato de la Carta de Derechos del Ciudadano ante la Justicia, que exige una justicia "atenta".
Especialmente hemos de cuidar, que la presentación de escritos sea legible (uso indebido de los fax), que los documentos que dicen unirse a los escritos estén y completos, que los requisitos procesales se cumplan, a estos efectos matiza que no debemos olvidar que somos procesalistas, con una preparación de años, que debemos valorar. Debemos exigir puntualidad a nuestros Tribunales, pues con ello cuidamos el respeto al derecho de nuestros poderdantes. Recepcionar siempre las notificaciones que nos envíen, por cualquier medio autorizado por Ley, los Órganos de la Administración Pública o nuestro propio Colegio profesional, y a estos efectos recordó el contenido del art 81 del Estatuto que establece la obligación de notificar al Colegio Profesional el cambio de domicilio.
Recordó la naturaleza pública de las notificaciones y por ello la prohibición legal de su alteración, no puede escribirse en ellas, cualquier defecto en la notificación debe hacerse notar por los medios que establece la Ley, devolución a los notificantes de las resoluciones, gestiones en la Secretaría judicial o presentación de escritos; pero no tachones y escritos a bolígrafo en documentos oficiales que son las notificaciones.
Dijo ser la "venia" un tema de cortesía profesional que debe cuidarse en extremo. Explicó el art 91 de nuestro Estatuto profesional.
En cada tema que aquí se resume, nos hizo una referencia a su asiento legal, a las costumbres, a la historia de nuestra profesión.
Fue, en fin, una exposición magnifica de protocolo en las actuaciones judiciales, que no es sino el estudio de una cultura, de un respeto por las normas, por los Tribunales, los compañeros y las partes en el proceso que no podemos dejar que se vulnere o se relaje, para mantener la dignidad de la justicia.
Terminada su exposición, se dio lugar a un breve debate-coloquio sobre el tema tratado, en el que los Procuradores asistentes tuvieron una cordial participación.